Entendemos como inmovilizaciones (Osaekomi waza) aquellas técnicas que aplicamos sobre Uke tumbado boca arriba, ejerciendo sobre él un control que le impide escapar durante un tiempo determinado.
Ese control lo realizamos a partir de una posición equilibrada nuestra, contactando nuestro cuerpo con el del rival, teniendo unos puntos de apoyo en el tatami y pudiendo variar nuestra posición ante los intentos de salida de Uke mediante la movilidad de nuestro cuerpo y la anticipación de nuestras acciones a las suyas. Para todo esto, es importante no concentrar nuestra fuerza sólo en un punto, sino repartirla por la mayor superficie posible de nuestro cuerpo, de forma que Uke no vea posibilidad alguna de escape.
En el entrenamiento diario de Judo, se suele separar el trabajo de pie y el de suelo, pudiendo en el caso del trabajo de suelo partir de diferentes posiciones (de rodillas, sentados, tumbados boca arriba, bocabajo, entre las piernas de Uke, Uke entre nuestras piernas....) para llegar a una inmovilización. En competición, la forma habitual de llegar a una inmovilización es a partir de una proyección, ya sea por parte de Tori ó de Uke, y su conexión en suelo. Por esto, hay que estar muy atento para aprovechar las pequeñas ventajas que se pueden obtener de esta transición de Judo pie a Judo suelo y actuar con rapidez para inmovilizar al contrario antes de que pueda reaccionar para evitarlo.
Actualmente, el Reglamento de Arbitraje establece en 20” el tiempo que se ha de inmovilizar a un oponente para ganarle por Ippon.